Curso de macarons decorados

Si me piden una palabra para resumir el curso del día de ayer, diría especial. Muy especial.

Agradecemos a todas nuestras alumnas (y alumnos!) el cariño con el que nos tratan siempre, la disposición tan buena con la que vienen, el buen humor que traen, que se transmite en el ambiente que se crea. De verdad, es fantástico, porque eso hace que nosotras nos sintamos como en familia (sí, más aún).

 

Pero ayer fue especial. Tuvimos unas alumnas insoportablemente aventajadas en dibujo!! (no puedo con la envidia que me causa!!), y, como no, una persona que hizo que ellas se sintieran capaces de hacer todo lo que hicieron, nuestra amiga Lorena, de Biskota, a la que no podemos más que agradecer el día tan fantástico que nos hizo pasar. Por otro lado, no soporto que pinte tan bien!, pero, en fin, una tiene que asumir sus limitaciones! Así que las fotos que os voy a poner son, obviamente, de las súper alumnas que nos acompañaron. Yo creo que pinté dos y me comí treinta. En fin.

 

Y Marta y María amasando, tiñendo y forrando sin parar (por favor, que lleguemos a la feria, por favor, por favor, por favor!)

 

El día húmedo acompañó lo justo, la verdad, algunas bandejas salieron mejor que otras, pero sobrar, ya os digo, no sobró ni uno.

 

En principio Lorena nos trajo unos diseños monísimos de flores, íbamos a pintar cinco tapas (sufriendo por si no nos daba tiempo!). Pero la cosa se fue animando: que si sabes hacer una poinsetia, pues mira que lo probamos, (me como un par), que si hago un árbol de Navidad, (no me gusta como ha quedado, me lo como!), que si improviso con los colores (los tostados también se comen!), que si píntame uno de print leopardo para el cumple de mi niña (que buenos los de violeta!).

Así que, como una imagen vale más que mil palabras... aquí tenéis el trabajo (trabajazo) que hicieron nuestras chicas: