Es cierto que no te puedes comer sólo uno!, es cierto que son unos "arruinadietas", pero es que, están tan buenos, con su almendra, su merengue, sus rellenos de mascarpone, de frutas, de chocolate, de.... de dulce! que hoy hemos decidido hacerlos salados.
Ayer horneamos unos macarons de chocolate. Todos no llegaron a la lata. Es imposible no comerte tapas por el camino. Unos los dejamos tal cual, y otros los espolvoreamos con cacao para que tuvieran, aún, más gusto de chocolate.
Los primeros los hemos rellenado hoy con una crema de caramelo con un pellizco de sal. Muy tremenda, de verdad.
Los otros, los del cacao, los hemos rellenado con una crema de chocolate con leche a la que hemos añadido un puñado de quicos. Bárbaros.
No a todo el mundo le gusta mezclar el sabor dulce con el salado, pero si te gusta, como es nuestro caso, este bocado es celestial.
Y si no te gusta (no te gusta?????????), pruébalo, porque te acabará gustando. Sin duda.