Todas las bodas son únicas y diferentes, está claro, pero esta boda la hemos disfrutado mucho. No llegan bodas como ésta todos los días.
Marta vino a vernos y a explicarnos que ella y Joaquín, su ya marido, estaban montando una boda rockabilly. Tenía muy clara la idea de la tarta: pequeña, sencilla, sólo adornada con un lazo, y que estuviese sobre una torre de cupcakes.
Todo en tonos blanco, negro y rojo.
Y los novios modelados en azúcar vestidos como iban ellos.
"Hemos pedido a los invitados que vengan vestidos a tono con la boda"
Y muchos cumplieron (nosotras lo vimos!)
Para la tarta hicimos un red velvet con crema de mascarpone, aquí antes de montarla en la torre:
Y aquí con los novios en azúcar ya en el restaurante:
Hicimos las cupcakes de chocolate con crema de chocolate con fresa, cupcakes de vainilla con crema de mascarpone con frutas del bosque, y cupcakes de violeta y chocolate blanco con crema de mascarpone de violeta.
Por cierto, que cuando nos íbamos, llegaba Elvis para casar a los novios. Daban ganas de quedarse!!!! pero esa parte ya no era para nosotras.
Felicidades!