Galletas, galletas, galletas!

Como decía el anuncio, si te casas y tienes tres hermanas que te preparan galletas para el día de tu boda, no tiene precio, para todo lo demás... en fín. Que se nos casó nuestro hermano pequeño. Más felíz que un chincho. Estaba guapísimo (que vamos a decir nosotras, que se nos caía la baba!), pero nuestra cuñada Sara estaba que se salía. Con un vestido tipo sirena y escote palabra de honor, que sólo teniendo 24 años se puede llevar con absoluta dignidad, y mucha envidia por parte de las asistentes! (sí, nos incluímos!!)

El caso es que nos lo pasamos bomba. En la boda, digo, porque haciendo las galletas con el horno ardiendo, la verdad es que estábamos deseando terminar.

Y qué nos pidieron los niños... galletas personalizadas, y cuando digo personalizadas, es que nos trajeron una lista donde cada invitado tenía su propia galleta. No os imaginais nuestras caras.

Finalmente llegamos a un acuerdo del tipo "ni de coña", así que, conseguimos agrupar algunas, porque fue una auténtica locura galletil.



Éstas fueron para el café, antes de aplicarles un sténcil rosa que quedó precioso, pero no tenemos foto!

Éstas de cava rosado para algunos hombres.

Y los corazones de piruleta para una pareja muy especial.

Éstas para los amigos de bailes de salón, para ellos y para ellas.

Éstas para los niños.

Éstas para los no tan niños.

Éstas (que nos rechiflan), para algunas chicas.

La minitarta con cigüeña, para los futuros papás.

Hicimos camisetas del Barça, del Real Madrid, del Ordalenc, del Cartagena, del Espanyol y de no se qué equipo más, cada una con el nombre del invitado.

Para el tío bombero un coche de bomberos, para la amiga de la novia su tortuga de tierra, para el motorista su casco de la moto, para el arquitecto el logo de su empresa, para la que baila sevillanas su zapato rojo de topos blancos, para algunas chicas mariposas blancas, para.... eso, PARA!

Imposible hacer fotos de todas las galletas, hubo que clasificarlas por mesa para que no hubiese ningún error a la hora de entregarlas.

Eso sí, después del escote infártico de la novia, las galletas fueron lo más comentado de la boda, los invitados se iban encantados de la vida.

Eso lo hace una porque se casa el hermano pequeño, pero tres bodas como esta y no sabes dónde termina la realidad y dónde empieza la ficción.

Como ya sabreis, no tuvimos la oportunidad de hacer la tarta, cosas de los restaurantes, pero sí que hicimos galletitas para el café, macarons y minicupcakes de los que no quedaron ni los capacillos.

Y después de tanto trabajar... ellos en la Riviera Maya y nosotras dándole otra vez al horno!

No es por nada, Jordi y Sara, pero el viaje nos lo merecíamos nosotras!!! ;P

Sed tan felices para siempre como el día de vuestra boda, porque se nos ponían los pelos de punta con esas miradas y esas sonrisas!!

Os queremos!!!

MMM

♥♥♥